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DESCUBRE LA IMPORTANCIA DE SANAR NUESTRA MATERNIDAD Y LA RELACIÓN CON NUESTRA MADRE


  • Reconocer e intentar empatizar con las mamás desde los procesos que viven, sabiendo que están intentando enfrentar sus sombras, es tarea de todos. “Darles el lugar que merecen, y que los sistemas sociales las validen en vez de castigarlas por ser mujeres, por la posibilidad de traer hijos al mundo, por decidir criar, es hoy en día una tremenda deuda que tenemos”, señala la Fundadora de Centro Alama, Valeria Mandakovic.

A pocos días de celebrar un nuevo Día de la Mamá, muchas nos preguntamos qué tipo de mamás somos, si lo hacemos bien o si simplemente tenemos la humildad de reconocernos como imperfectas.

Sanar entonces todos los temas que repercuten en la maternidad y hacer lo mejor posible en la difícil tarea de criar a nuestros hijos significa hacernos cargo de nuestras oscuridades y sombras, según la psicóloga y fundadora del Centro Alama

Y, es que nos guste o no, las mamás nos marcan, para bien o para mal. Su presencia, su ausencia, su tardanza, su manera de comportarse, su manera de sentir, su manera de pensar, sus enfermedades, todo, absolutamente todo, nos marca.

“Al sanar la relación con nuestras madres logramos seguir nuestra propia vida, desenganchándonos del pasado y con todos los aspectos negativos que heredamos de ellas. De este modo, nos soltamos de todo aquello en que las representamos inconscientemente (emociones, tipos de relaciones, creencias, roles, experiencias, síntomas, etc.). También implica cortar con los mandatos y expectativas que hemos recibido consciente e inconscientemente de ellas. Todo esto, lo queramos o no, repercute en distintos ámbitos de nuestra vida de manera problemática”, comenta la especialista.

Y, pese a que muchas se esmeran por hacer todo lo contrario a lo que haría su madre, para “no repetir las mismas experiencias, igualmente eso quiere decir que no han sanado esa relación y que siguen enganchadas con ella, que tiene consecuencias en la forma de relacionarse con los demás”, sentencia Valeria Mandakovic.

En este sentido, debemos entender que necesitamos que la sociedad y el mundo entero validen a las madres, que hacen lo posible y todo lo que pueden hacer, pero que, pese a ello, necesitan de redes, de contención emocional, económica y de muchos soportes en diferentes niveles de su vida. “Las mujeres nos llevamos una carga pesada que es importante compartir a nivel social. Creer que lo hacemos bien podría implicar que no estamos viendo nuestras sombras. Reconocer entonces nuestras imperfecciones y tratar de hacerlo lo mejor posible, haciéndonos cargo de nuestras oscuridades mediante la sanación es hoy en día una tremenda oportunidad/necesidad”, acota la experta.

En el Centro Alama han identificado 18 ámbitos que podrían originar estas dificultades. Sin embargo, hay algunos que cobran especial relevancia a la hora de trabajar estos temas, como: Ancestros (todo lo que heredamos que no sólo es ADN), Relaciones Significativas (relaciones importantes en la vida), Proyecto Sentido (mandatos y expectativas que recibimos inconscientemente de nuestros padres), Eventos Interruptores (experiencias traumáticas) y Planificación del Alma (experiencias planificadas antes de nacer).

Y, es que ser madres nos enfrenta a nosotras mismas desde el rol de madres, pero también desde el rol de hijas. “Todos, hombres y mujeres, tenemos temas que sanar y trabajar con nuestras propias madres. Y todas las madres tenemos temas que sanar respecto a nuestra propia maternidad”, finaliza Valeria Mandakovic. Más información en http://enfoquealama.com


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