Experta en Salud Pública plantea focalizar recursos en ciudades del sur por emergencia ambiental
La Dra. Nelly Baeza, directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central, señaló que se debe apuntar a mejorar la salud y calidad de vida de los habitantes de estas ciudades.

Foto: Agencia uno
Temuco es, en estos días, ejemplo de caso crítico en materia de emergencia ambiental por mala calidad del aire, con 28 episodios graves, 11 preemergencias y cinco emergencias ambientales, en tan sólo dos meses.
Por su parte, el Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire (SINCA), del Ministerio del Medio Ambiente, reportó 10 estaciones de monitoreo con niveles de contaminación de emergencia o preemergencia ambiental, en comunas de las regiones del Maule, Ñuble, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
A ello se agrega el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre que situó a Coyhaique como la ciudad más contaminada de América y a otras cinco urbes chilenas entre las 20 más contaminadas: Padre Las Casas (10°), Osorno (11°), Temuco (17°), Andacollo (18°) y Rancagua (20°).
Consultada sobre las razones de alto nivel de contaminación en estas ciudades del sur de Chile, la directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central, Dra. Nelly Baeza, señaló que el problema radica en el intensivo uso de la leña como medio de calefacción, un combustible sólido, “a diferencia de Santiago, donde el foco está en el tráfico automotor”, añadió la experta.
“No obstante esta triste estadística, en respuesta a este estudio se debería focalizar y redireccionar recursos de atención sanitaria a estas zonas, de manera de poder evaluar y atender adecuadamente los cuadros respiratorios que se pudieran agravar durante el invierno”, agregó la Dra. Nelly Baeza.
Cabe recordar que la OMS mide dos tipos de material particulado: el PM10 y PM 2,5. Ambos penetran en los pulmones y sistema cardiovascular. Mientras más finas las partículas (PM 2,5), aumenta el peligro, porque entran directo al sistema respiratorio y luego al sanguíneo.
En términos simples, estas partículas en suspensión no permiten oxigenar los pulmones, lo cual genera dificultades respiratorias. Es frecuente que la población expuesta a altos niveles de polución tenga afecciones respiratorias, situación que se torna más aguda en personas con asma bronquial o fumadores crónicos, niños, adultos mayores y quienes trabajan al aire libre. Además, la exposición acumulada por años al PM 2,5 se asocia a mayor incidencia de cáncer pulmonar.
Para cautelar la salud de la población, la directora del Centro de Salud Pública de la U. Central advierte que en caso de emergencia ambiental la población no debe realizar actividad física, ni concurrir a zonas especialmente contaminadas. “Si es necesario, la indicación es usar mascarilla, la que debe cambiarse cuando se humedece, aproximadamente cada una hora”, precisó.
“Mientras que, a mediano y largo plazo, se debería apuntar a reconvertir los sistemas de calefacción, lo cual implica un profundo cambio cultural, económico y social”, finalizó.